martes, 14 de abril de 2009

Energía solar térmica.

Con acumuladores de agua, un intercambiador de calor y uno o varios colectores, se puede aprovechar la radiación solar para generar calor con la denominada energía solar térmica de baja temperatura.
El colector consiste en una superficie que expuesta a la radiación solar posibilita absorber el calor y transmitirlo a un fluido. En función de la temperatura que se quiera obtener se necesitará un determinado tipo de colectores y el empleo del calor será para una función diferente. Según el IDAE, la energía solar térmica de Baja temperatura “se aprovecha fundamentalmente para calentar el agua, estando al servicio de los usuarios de edificios y viviendas, mediante la instalación de unos paneles solares”.
El agua caliente se puede utilizar para consumo doméstico, uso industrial, para calefacción en la vivienda o centros mayores como colegios y hoteles. También puede servir para climatizar piscinas y permitir el baño durante todo el año. Pero el uso más aceptado de la energía solar térmica sigue siendo la generación de agua caliente sanitaria, seguido de su empleo para calefacción.
Algunas empresas utilizan el uso térmico de la energía solar en el desarrollo de la agricultura. En este sentido, los responsables de CENSOLAR explican que “con los invernaderos solares pueden obtenerse mayores y más tempranas cosechas”.Según se recomienda en la Guía Solar editada por Greenpeace:”con una instalación de 4m2 de captadores y 300 litros de acumulación de agua caliente se puede abastecer toda una familia (en función de la localidad, consumo, hábitos, etc.), ahorrando más de media tonelada de CO2 al año”. “Todo un interesante sistema de ahorro ya que una instalación térmica para generar agua caliente sanitaria puede sufragar el 70 por ciento de las necesidades de una casa”.

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