martes, 14 de abril de 2009

Células fotovoltaicas.

La electricidad obtenida por medio de la energía solar térmica de alta temperatura se consigue, según recoge Greenpeace en su Guía Solar “mediante las llamadas centrales de torre o mediante colectores cilindro-parabólicos; en estas instalaciones se calienta un fluido, que transporta calor y genera electricidad mediante una turbina y un alternador”. Sobre esta energía térmica de alta temperatura existen grandes líneas de investigación en la Plataforma Solar de Almería, “la más grande y diversa del mundo como centro de ensayos”, comenta su director, Manuel Blanco.
Por su parte, “el proceso de conversión de la energía eléctrica obtenida mediante la solar fotovoltaica se produce a partir de la temperatura del Sol, que en superficie es de unos 5000 ºC. Éste, mediante complejas reacciones químicas que producen pérdida de masa, libera energía a través de la radiación solar que es aprovechada en la superficie de la Tierra, que se transforma en energía solar eléctrica con los paneles solares fotovoltaicos”.
El proceso de transformación se logra gracias a las células fotovoltaicas que transforman la radiación solar en electricidad. Estas células, que están realizadas por materiales semiconductores, principalmente de silicio, son las encargadas de recoger las radiaciones luminosas y convertirlas en energía eléctrica. “El silicio es el mineral más utilizado hasta el momento por su calidad y disponibilidad en la naturaleza”.
Estas células fotovoltaicas forman los módulos fotovoltaicos, y éstos a su vez, con la instalación de cableado requerida, constituyen el generador fotovoltaico. La electricidad que éste produce varía dependiendo, entre otros factores, de la intensidad energética de la radiación que llega a las células, de la temperatura ambiente, de la cantidad de módulos instalados y de su inclinación. El rendimiento de los módulos fotovoltaicos está garantizado durante todo el año siempre que reciban radiación solar. El porcentaje de la radiación solar recibido por la célula de silicio que se convierte en potencia eléctrica, es alrededor del 17 por ciento”.
Aunque son más productivos dependiendo de la época del año. En este sentido, Greenpeace señala que “normalmente en verano se genera más electricidad debido a la mayor duración del tiempo soleado. En los días nublados también se genera electricidad, aunque el rendimiento energético se reduce proporcionalmente por la menor intensidad de la radiación”. En la energía solar fotovoltaica lo importante es que la incidencia del rayo del Sol sea perpendicular a la placa y no necesita que el día sea especialmente caluroso como en el caso de la térmica. España es el primer productor europeo de placas fotovoltaicas de silicio cristalino y exporta la mayor parte de su producción a más de 50 países.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SABER SOLAR: ¡APRENDE JUGANDO!